martes, 14 de octubre de 2014

Me voy no porque no te ame


Me voy no porque no te ame 

y no sienta la dulzura de tus besos
si no porque aquellos cariños 

solo míos, no son si no compartidos.

Me voy no porque no te ame,
te entregué mi dulzura
y el calor que más pude dar
pero eso no le basta a tu corazón hiriente.

Me voy no porque no te ame
porque me lastima saber,
que nunca serás mía
que hasta tu esencia será también de él.

Me voy no porque no te ame
y no sienta que el corazón desgarradoramente,
se hace añicos y en pequeños pedacitos
que solo tú los podrás unirlos.

Me voy no porque no te ame,
con esta soledad acuestas
y la luna que serán mis únicas amigas,
y aunque no te olvide sanaré con ellas.

Me voy porque aún estando contigo
siento esta vasta soledad,
de saber que te tengo a lado y me causas más daño
que no teniéndote junto a mis arrulladores brazos,
siento que mi cariño te da igual y alimentas este esperpento vació.


15/09/14
Santiago Rosales ( S.R )

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Les dejo un fragmento del libro que estoy haciendo, "Las dos caras del amor" , espero que les guste y comenten si les gusto, Linda Noche.

No importaba si era de día, si era tarde o de noche.Yo la sentía como esas sensaciones que no sabes que son, ni de donde vienen, pero en realidad era ella, era ella y solamente ella que me acompañaba en los pasos que daba, a cada instante era ella, que nunca me abandonaba que a pesar de lo lejos que de mi estaba.

Era las 12 y el reloj sonaba mientras, yo miraba las estrellas, no podía conciliar mi sueño. De pronto como un rastro resplandeciente brilló por el oscuro cielo de esa noche de mi soledad, era ella que me acompañaba, pueden decir que estoy loco o no estoy cuerdo pero esta vez la vi, vi esos ojos tan bellos que nunca me los olvidaré así pasen miles de años, era ella. El incierto deseo de tenerla junto a mi me mataba en esa noche mientras, ya era un nuevo día.

Subí al cobertizo de mi casa a ver si encontraba algo bueno de todas las cosas horrorosas que tenía ahí , mientras caminaba por las gradas sentí, si sentí un susurro o como dirían, "alguien me acaba de tocar el alma", sentí que la piel se me ponía de gallina pues no había nadie, nadie sólo esta soledad y mis viejas cosas.

Mientras buscaba escritos que me sirvieran para recordarla un poquito más de lo que ha diario lo hacia; pero entre cajas, libros y empolvadas cartas, encontré una frase que no era mía, seguro que no. Su tinta era distinta a la de todas parecía escrito por unos ángeles con tal sutileza que seguro hasta ahora no se, como puede existir letra tan maravillosa, decía << A veces somos lo que no queremos ser, vivimos de falsas justificaciones, nos quedamos perplejos en esta vida y lo que debemos es buscar nuestro destino, has lo que más te guste pero no olvides a quien amas porque si lo haces una parte de ti se irá con ella >>.

Pues yo me quede callado, callado como la noche en su cumbre donde todos duermen y no se escucha ningún ruido, pues la frase seguro no era mía y me quede pensativo. ¿Que me querrá decir? ¿Será porque la olvide?, pues cerré la puerta del cobertizo y mientras pensaba, me encontré ya en mi cuarto.

Ya eran las 2 de la madrugada, decidí tomarme un baño, uno de esos baños de agua caliente que te borran la memoria. Disfrutaba de la dulce y tibia agua caliente, mientras cada gota de agua caliente la sentía por mi cuerpo pero, no podía sacarle de mi cabeza, esta vez la recordaba a los decibeles más altos que nunca pensé, y mi pensamiento de pronto me susurró " siempre la amaste" "siempre la amaste" "siempre la amaste" con un eco tan profundo que no salía de mi cabeza. Era seguro, esta noche no pude dormir ni por más que trataba, pues la recordaba como nunca lo había hecho.

Santiago Rosales ( S.R ) <<Las dos caras del amor >>

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martes, 30 de septiembre de 2014

Mientras...

"Mientras el viento resuena con las melodías de tu voz, tu mirada encaja junto a la mía en el abismo de mis deseos, con un toque a las puertas de tu corazón entra un aire frío que acaricia todo mi cuerpo, hace vibrar a los demonios de mi interior ¡y si eso ya no basta! ya no se que es amor, tu y tus ojos negros que no dicen ¡si!, me llenan de confusión, y entre las sabanas de tu piel tus caricias me dicen adiós"
Santiago Rosales ( S.R ) Todos los derechos reservados.
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Que me quisieras...


lunes, 29 de septiembre de 2014

¿A dónde fue?

La mujer que robó mi querer
¡ya se fue! 
no la puedo encontrar,
no sé a donde fue.

Mi corazón se pregunta
¿a dónde fue?
Mas me toca decirle,

me abandonó y no sé porque.

Y ya sólo queda este vació dolor
donde ni mi sombra está conmigo,
sólo me queda esta oscuridad
donde mi corazón se encuentra vacío.

Y sólo queda olvidar que no estás
que ya no me quieres más,
que en tu vida...
solo he sido un camino más.

Y simplemente para ti
¡ya no existo!
y nuestro pasado
para ti ya esta olvidado y nunca fue escrito.


28/09/14
Santiago Rosales ( S.R ) Todos los derechos reservados.

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:)


A la víspera del vacío

Yo la esperé tremulante en mis oscuras noches
 donde ni la luz de la luna detrás de la montaña alumbraba
y se sentía esta soledad inusitada que corría por mi venas,
hasta las anchuras de mi cuerpo y se desbordaban
por lo causes de la obscura noche que era mi única amiga.  

Yo la esperé a la víspera del vacío sofocante de frío
y tras esas vertiginosas sombras de mi recuerdo
que era lo único que me queda para aferrarme
y no perderme en este vacío obscuro mar de mis miedos.  

Yo la esperé ¡ay si la esperé! más de los que las aves esperan la primavera,
incesante este miedo que no quería irse de mí porque ya no estabas
quise escapar del lamento pero hasta con la penumbra del sol te recordaba
y cada hoja que caía del otoño era mis esperanzas esfumándose con su brisa.   

En cada atardecer mientras caía la noche con una pluma te escribía te adoraba, te idolatraba; 
hasta más no poder hasta sentir cada una de las palabras que escribía,
parecían mas no escritos de mi puño, si no de mi corazón y todos sus lamentos
que carcomían hasta el infame infinito de mis adentros donde solo tu pudiste llegar.

Yo la esperé hasta sentirme preso de mis días, de mis horas, de mi tiempo...
sentí más miedo que cuando te vi alejarte de mí con todos mis sueños y mis besos
pensar que volverías como la primera pero ¡no! nunca lo hiciste y ¡nunca lo harás!, 
ya sólo me queda escribirte junto al otoño y a las aves para recordarte una vez más. 

28 de septiembre de 2014 a la(s) 13:52
Santiago Rosales ( S.R ) Todos los derechos reservados