viernes, 17 de febrero de 2017

Título: De seguro. Autor: Santiago Rosales
Imagen relacionadaDe seguro aún no encuentro la manera de llevar con el viento mis palabras. De seguro aún no hallo la manera de abrazarte con la distancia. Dicen que se puede morir de varias maneras, pero yo sólo te conozco a ti, es difícil calcular la simetría de tu sonrisa o la distancia que existe de tu lóbulo derecho a tu clavícula, es difícil de que entiendas que lo que te digo, no es ni la mitad de lo que eres, de lo que causas. 
Es que no sé desde cuando, en qué momento me volví cristal en tu presencia, en tu mirada, no sé qué tan roto soy capaz de romperme para saber si en una herida mía te quedarás, como yo en la tuya. No sé a qué momento viviría feliz contando los lunares de tu espalda o cada uno de tus cabellos o la longitud de tus pestañas. No sé a qué momento, como en esta noche me haces falta. Es que se escucha un silencio, sí, el viento en mi piel que sabe que le faltas... Es que mi atmósfera no sabe que es vivir en un mundo sin ti, con sueños sin alas. Es que, qué sabe Neruda de poesía si no te ha conocido, no ha conocido tu sonrisa, tu forma de caminar, tu mirada más bella que el alba.
Es que no encuentro más maneras para explicarte que lo mío no es una casualidad del tiempo o una primavera en otoño o viceversa o sin vuelta ni regreso. No sé en qué momento te convertiste en tantas cosas de mí, como si el momento en que llegué a toparme con tu mirada me arrancaste un pedazo de mi alma y me hiciste tu prisionero, entre jaulas, entre redes, y aquí me tienes escribiéndote otra vez más, inmortalizándote en palabras que no te llegan con el viento, intentando amarte, aunque sé que por más que quiera no puedo.
— Santiago Rosales
Título: No estaba en mi mente. Autor: Santiago Rosales
Resultado de imagen para mujer nocheNo estaba en mi mente olvidarte, pues y tampoco pienso que quererte. Todo vino en una ola sorpresiva, y claro a mi me encantaba la playa,
las olas, la arena y el mar.
No estaba ni en mi mente enamorar de ti, nunca me pasó por la cabeza perder el control con el calor de tus manos o volar con uno de tus besos.
No estaba en mi mente perderte, y tal vez por eso no me preparé para cuidarte más, capaz así te quedabas un poco más.
No estaba en mi mente extrañarte, aunque lo hice, pero lo que te hice fue dar más razones para quedarte junto a mí.
Nunca te pedí que te quedaras, pues fuiste siempre libre y no estaba en mi mente atarte a mí, pero de seguro cambiaría olvidarte por caminar la vida junto a ti.

— Santiago Rosales