Tenía ese toque especial; esa mirada profunda que enloquecía, esa dulzura en sus palabras envueltas con picardía. Esos brazos que invitaban a quedarse en ellos toda la vida.

— Santiago Rosales

Que no hable contigo no significa que no me importas, al contrario, te dejo en libertad para saber si tu corazón lo nuestro ignora.

— Santiago Rosales

Porque el que realmente quiere estar contigo, lo está. Te cuida, te protege, te escribe todos los días y nunca cambia ni muestra desinterés.

— Santiago Rosales

Debo parar esto, ya, debo dejar de encariñarme con las personas que vienen y se van, que un día me dicen que me quieren y al otro actúan como si les molestara, como si me desconocieran.

— Santiago Rosales

Y somos dos cobardes que a la distancia se quieren, pero por prejuicios de amores pasados y de las cicatrices del corazón no nos arriesgarnos a amarnos con locura, a darnos todo este amor.

— Santiago Rosales

La distancia, el tiempo y la edad no impiden quererse cuando el sentimiento existe de verdad. 

— Santiago Rosales

De mí no te librarás ni cerrando los ojos, porque me tienes en tu mente y en tus pensamientos, y eso es más fuerte que tenerme físicamente presente en cada instante de tu tiempo.

— Santiago Rosales

Porque el que realmente quiere estar contigo, lo está. Te cuida, te protege, te escribe todos los días y nunca cambia ni muestra desinterés. 

— Santiago Rosales

Sonríe, ya está, sé feliz. Y si algo te tumba, levántate. Y si alguien te dice que no vales, demuéstrale. Y si alguien quiere irse de tu vida, déjale. Vive el momento, sonríe que no todo es para siempre y sólo tenemos una vida. 

— Santiago Rosales

Quiéreme sin anestesia,

con desenfreno en la piel

y con verdad en los labios.

— Santiago Rosales

No sé qué causó en mí, pero le pido que no deje de hacerlo.

— Santiago Rosales

No importa la distancia mientras te sienta aquí, aquí en medio de mi pecho y en cada latido que mi corazón da por ti.

— Santiago Rosales, Cartas a Gabriela (Carta 4)
Del libro Cartas a Gabriela.
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